domingo, 11 de marzo de 2012

Miedo

Los tímidos tienen miedo antes del peligro; los cobardes, durante el mismo; los valientes, después.
Jean Paul






Lo primero que siento cuando te veo es miedo y entiendo la confusión que te genera, tu cara de incredulidad como diciendo “¿Yo? Si soy re dulce” y estarías diciendo la verdad, una vez más y yo estaría solo con lo que siento. Entonces tendría que hacer un esfuerzo para explicarte que esa sensación de que algo se vacía dentro de mi estomago, que todo se contrae e intenta esconderse detrás de mis costillas, para algunos se llama mariposas en la panza, pero yo le digo miedo, porque es lo primero que me viene a la mente. Pánico. Pero entonces me doy cuenta que no quiero correr, ni me quiero escapar, porque la acción inmediata a todo el sentimiento es irte al choque y rodearte en un abrazo, fuerte, urgido. Entonces me doy cuenta que es miedo lo que siento. Y entonces, cuando dejo que tus brazos excedan mis hombros y yo te cubro con los míos, con fuerza, me surge otro terror. Porque sos tan chiquita, tan frágil, tan muñequita y yo te quiero tanto, que tengo miedo de romperte, de demostrar más de lo necesario y que terminemos uno dentro de otro después de tanta presión. Y me alejo, por miedo a lastimarte pero no mucho, por miedo a perderte, y entonces me veo en tus ojos y me acerco de nuevo, por un beso, a veces suave, otras más desesperado y en ocasiones tan ansiado que tengo miedo de desintegrarme. Entonces regulo fuerzas, en pos de más ternura. Pero de repente vos das un giro y tomas el control de las cosas. Y ahora sos vos la que está besándome y soy yo el que tiene miedo de no poder parar nunca más, de que ese beso se perpetúe para siempre mientras el mundo sigue con su vida. Y tengo miedo de que pienses que me desagrada la idea, pero no, que como no voy a querer, pero es que tengo otros proyectos que nos involucran y tengo miedo de que si nos besamos para siempre dejemos pasar esas oportunidades, y a veces también tengo miedo de que pienses que en mi cabeza no están esos proyectos y pienses mal de mi y te aburras, porque también tengo ese miedo, de que un día te des cuenta que juntos somos desparejos y no porque vos seas bajita y yo sea un poco más alto (no sea cosa que tenga miedo de que pienses eso y te enojes) sino porque vos sos linda y yo soy esta cosa. Pero entonces nos alejamos un momento y caminamos en silencio, de la mano. Y vos me mordés y me preguntas porque estoy tan serio y a mi me encantaría decirte que es porque tengo miedo de que el tiempo pase volando cuando estamos juntos, pero no puedo, porque ya me estas besando de nuevo.

3 comentarios:

  1. Al principio también tuve miedo. No podía dejarme disfrutar completamente de todo lo que me estaba empezando a pasar, porque, en mi caso, volvían a mi memoria recuerdos que me impedían hacerlo.
    Después de cuatro años, y a pesar de todos mis tropezones, acá estoy, con él agarrandome todavía la mano, sin dar el brazo a torcer.
    No podés creerlo! Yo todavía tampoco, jajaja, pero disfrutá, seguí disfrutando cada segundo, porque es hermoso :).
    Una vez más: felicidades, gordo!! Un abrazo.

    ResponderEliminar

Gracias!