Ámame cuando menos lo
merezca... ya que es cuando más lo necesito.
Proverbio Chino
Al principio no me di cuenta. Una explosión electrificó mis
sentidos y de repente la punta de los pies flotaban por sobre las baldosas desparejas.
No sé cuanto tiempo me dejé poseer aquel
intruso violento que ansiaba gritar y matar al mundo, estimo que, por donde
estoy ahora, deben haber sido tan solo un par de cuadras.
Lo que sí recuerdo es el desgano que sentí por la vida
cuando tuve miedo de sentirte lejos. Y ahí, mientras la locura se desvanecía,
un espasmo que nació del corazón me detuvo en seco. Miré para los dos lados:
estaba solo. Hice una retrospectiva rápida a los sucesos que precipitaron la
onda explosiva. Un dolor que paralizaba. Y entonces, algo inesperado. La pierna
derecha perdió el equilibrio, y la izquierda no nos pudo sostener. Me puse de pie con esfuerzo, pero se repitió
el proceso, la derecha no quiso adelantar a la izquierda. Me sentía triste. Me
faltaban fuerzas para alejarme de vos.
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